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11.06.2013 14:57

CAPITULO 57

Daniela:


Cada vez quedaba menos y yo mi tristeza aumentaba por momentos, no quería que esto se acabara, que septiembre llegase, otra vez el instituto, alejarme de Nico... no quería eso aunque también tenía muchas ganas de ver a mis amigos, me hacian falta y los echaba de menos, pero eso no era suficiente.
Me estaba vistiendo dándole mil vueltas a la cabeza porque Nico me había dicho que tenía una sorpresa para mi y que cenariamos fuera, yo no sabía qué ponerme porque no tenia ni idea de a donde me podría llevar. Asé que opté por unos pantalones pitillos, porque ya por la noche empezaba a refrescar, una blusa que me prestó Laura y sandalias planas. 
Bajé corriendo las escaleras cuando Nico me llamo metiéndome prisa y fuimos rápidamente al coche.
- ¿A dónde me llevas?- dije besándole con una sonrisa de oreja a oreja.
- no te lo voy a decir hasta que lleguemos.- con esa respuesta consiguió mantenerme tranquila y que no volviera a preguntarle más.
Condujo durante escasos minutos y detuvo el coche en un gran aparcamiento donde ya había colocados otros coches, paramos enfrente de un restaurante costero con maravillosas vistas, parecía lujoso y en ese momento me arrepentí de no haberme puesto algo más arreglado, pero me olvidé de ese tema y entramos cogidos de la mano.
- perdone, tengo una reserva para dos personas- dijo Nico al entrar, me hacia gracia verlo en esa situación, tan educado y maduro, se le cambiaba la voz y parecía mucho más mayor.
- síganme por aquí- le dijo el camarero.
Nos dirigió hacia una mesa cerca de la terraza desde donde se podía ver toda la playa, eran unas vistas preciosas y me hacía mucha ilusión que me hubiera llevado a cenar pues me apetecía estar a solas con él un rato.
Nos sentamos en la mesa y pedimos algo de beber, el restaurante no estaba muy lleno así que estábamos muy tranquilos.
-bueno te he traído aquí porque quiero que esta noche sea especial.
- y lo será seguro, tenemos que aprovechar lo que nos queda.
- pero no te lo tomes como una despedida, si hasta ahora todos estos momentos juntos han sido increibles imaginate los que nos quedan.
Esas palabras me encantaron, sabia que siempre habría algo que me uniría a él.
- Nico gracias, gracias por hacer cada momento inolvidable- dije cogiéndole de la mano.
- gracias a ti Daniela, sin ti este verano no hubiera sido lo mismo.
En ese momento llegó el camarero y nos puso la comida por delante, un maravilloso pescado al horno, olía muy bien y empezaba a tener apetito asique empezamos a comer.
- ¿sabes que hoy hay lluvia de estrellas? por eso te e traido aquí.
- ¿si? yo siempre iba a ver las estrellas cuando anochecia cuando era pequeña, me encantaba intentar ver una estrella fugaz, pero nunca conseguía verlas.
- sí, desde aquí se puede ver el cielo perfectamente, o si lo prefieres bajamos a la playa.
- me gusta esa idea.-le dije con una sonrisa

El camarero recogió todo y nos trajo el postre, una copa de helado y fruta para compartir porque estábamos muy llenos y la copa era bastante grande.

Cuando acabamos de comer, no era muy tarde así que tal y como me prometió bajamos a la playa para ver las estrellas. Él se tumbó primero y yo luego apoyando mi cabeza en su pecho, era maravilloso y quería que el tiempo se detuviese justo en ese instante en el que notaba su respiración, lo sentía tan dentro de mi que al cerrar los ojos solo podía escuchar el sonido de las olas en el mar y su respiración serena.

Nico: 


Estaba junto a ella relajado, la sentía junto a mí y eso me tranquilizaba.
- ¿y que vas a pedir cuando veas una estrella fugaz?- le pregunté.
- si te lo digo luego no se cumple- dijo riéndose- así que te vas a tener que quedar con la duda. - que graciosilla, espero que sepas elegir bien tu deseo, porque tienes que aprovecharlo eh
- tranquilo lo sabré, ¿y tú qué vas a elegir?
- a mi no me hace falta pedir ningún deseo, por ahora todo lo que necesito y quiero lo tengo- dije mirándola fijamente a los ojos.
Ella se abrazó a mi cuello y me besó profundamente yo recibí su beso con dulzura y pasión y nos dejamos llevar, en ese momento de reojo vi una estrella fugaz y tenía claro lo que quería: estar siempre junto a ella.

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21.05.2013 23:06

CAPITULO 56

 

Laura:

Cada vez quedaban menos días para irnos de Valencia, el verano se estaba acabando poco a poco pero mis ganas de quedarme allí aumentaban, nunca había entendido por qué las cosas buenas duran tan poco, aunque quizás es culpa nuestra, los mejores momentos los vivimos intensamente y debido a ello pasan más rápido. Yo lo único que pensaba era que no quería volver, aunque echaba de menos a los de siempre, Ainhoa, Sofía, Raúl, en definitiva los echaba de menos a todos pero en Valencia estaba demasiado bien, muy a gusto con todo el mundo y había conseguido que un simple verano fuera de casa se convirtiera en el mejor verano de mi vida.
Ahora me tocaba disfrutar al máximo lo poco que me quedaba.
-¿Laura prefieres tostadas o magdalenas?-Paula interrumpió mis pensamientos entrando en mi cuarto para preguntarme qué quería de desayunar.
-pues tostadas-le dije levantándome de la cama
-oye ahora que Daniela y mi hermano son novios y Álvaro y tú también, ¿qué vais a hacer cuando volvais a casa?-preguntó intrigada, la verdad es que yo me hacía esa misma pregunta, y deseaba saber la respuesta pero era imposible, no sabía qué iba a pasar.
-¿a qué te refieres?
-que cuando os vayais Daniela y tu, ¿vais a dejar de ser novias de Nico y Álvaro? 
-pues no lo sé Paulita pero tú no te preocupes que aunque no siga siendo novia de Álvaro voy a seguir viniendo aquí a verte ¿eh?
-pero...pero es que Nico cuando dejó de ser novio de Nuria se puso triste y yo no quiero que cuando se vaya Daniela este así otra vez-dijo en tono triste
-tranquila pequeña que eso no va a pasar ¿vale? Y venga vamos a desayunar que nos estarán esperando todos- conseguí tranquilizar a mi prima.
Paula llevaba razón en lo que decía, ¿qué iba a pasar cuando Daniela y yo nos fuéramos? De repente me di cuenta, cogí el colgante que tenía en el cuello, la cruz que me había regalado Álvaro y la miré por un momento. No sabía qué iba a pasar cuando nos fuéramos de Valencia pero una cosa tenía clara, no iba a olvidar absolutamente nada de lo que me había pasado allí.

Bajé a desayunar con Paula y ya estaban todos casi acabando.
Nico, Daniela y yo bajamos a la playa, hacia un día un poco nublado, que no acompañaba nada a mi estado de ánimo pero enseguida llegó Berto y lo arreglo todo, no sabía qué era lo que tenia o qué era lo que hacía pero siempre conseguía sacarnos una sonrisa a todos.
-¿pero bueno qué tenemos por aquí?, pero si son los tres inseparables, ¿qué pasa Laura que estás más unida a la parejita feliz que a Álvaro?- bromeó Berto al llegar donde estábamos nosotros
-si claro...pero tú eres tonto ¿o qué?-dije tirándole arena
-eh eh para que esto puede acabar mal rió Berto sacudiéndose la arena de su bañador- por cierto me lo acabo de encontrar
-¿a quién?-pregunté extrañada
-a tu novio ¿a quién va a ser? Estaba con unos amigos y bueno amigas para que te voy a engañar pero me ha dicho que luego vendría
-ah bien- dije quitándole importancia, la verdad es que no me molestaba en absoluto, él tenia su vida y yo la mía, estaba claro que no íbamos a estar todos los días juntos, lo entendía.

Después de estar toda la mañana en la playa, como no hacía muy buen tiempo decidimos volver a casa. Andando por el paseo marítimo de lejos vi que al otro lado del chiringuito se encontraba Álvaro rodeado de sus amigos de siempre y dos o tres niñas. No estaba mirando hacia mi así que me dirigí hacia ellos.
Pero de repente una chica que tenía el pelo moreno y rizado, que recordaba haber visto antes, con la que estaba hablando él se dio la vuelta y pude apreciar quién era, efectivamente no me equivocaba, aunque fuera desde lejos, sabía perfectamente de quien se trataba, era Sonia y se veia que se lo estaban pasando bien los dos juntos jugando con una pelota o eso era lo que parecía viendo sus caras de felicidad y las risas de los dos. Me giré rápidamente y seguí andando para alcanzar a Nico y Daniela, no me apetecia ver a Álvaro así,  no podía estar a gusto si estaba ella y los dos estaban tan contentos, aunque Sonia fuera una buena chica y simpática realmente no la conocía del todo bien y no sabía que intenciones tenia, lo único que tenia claro era que ella era su ex novia y quién sabe, si todo era como yo lo estaba viendo con mis propios ojos, no me equivocaba.
-¿qué te pasa Laura? -me preguntó Daniela al ver que estaba distraída mirando hacia la playa
-nada, nada-dije dejando ver una leve sonrisa falsa
-venga ya, que te conozco perfectamente y sé que algo te pasa, ¿porqué no has ido a ver a Álvaro?
-¿y porque no ha venido él? Dijo que vendría
-ah es eso lo que te pasa ¿no? Laura es una tontería, de verdad
-claro...tienes razón, es una tontería, no pasa nada-mentí, para mi no era ninguna tontería, no estaba teniendo un buen día y eso era lo único que me faltaba para estropearlo del todo.

Llegamos a casa, yo sólo  tenía ganas era de tirarme en el sofá y no pensar en nada. Parecía que el mundo se había puesto de acuerdo para amargarme el día poco a poco, fuera el cielo estaba gris, nublado, y dentro, en mi cabeza mil cosas que no podía soportar, necesitaba estar sola y relajarme, era lo único que en ese momento me podía hacer feliz.

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19.05.2013 14:06

CAPITULO 55

 

Daniela:

Estaba deprimida, nos quedaban escasas semanas allí, y justo ahora cuando mejor estaba con Nico, no quería que esto se acabase, quería que durara siempre y creo que Nico también pensaba igual, teníamos que ideárnosla de alguna forma para vernos porque yo no iba aguantar un curso entero sin verle, me sentía demasiado bien con él, estaba enamorada y reconocía esa sensación porque lo había vivido ya con Guille, él hasta que conocí a Nico, fue la única persona a la que quise con locura, pensé como habría sido todo si yo siguiera con él, si no me hubiera fijado en Nico, definitivamente lo pasé mal con la ruptura de Guille pero las cosas no vienen solas y si te pasa algo malo, será porque algo mejor está por venir, en mi caso esa cosa mejor era Nico. No quería ni planteármelo, estábamos demasiado bien porque aparte de quererle tenia la confianza con él suficiente para contarle cualquier cosa y eso es algo muy importante en una relación.
Vi que Nico estaba jugando con Paula haciéndole cosquillas revolcándola en la arena y yo que estaba tomando el sol me acerqué a ellos.
- ¿pero bueno que pasa aquí?
- que le e dicho feo, dile que pare por favor- se reía Paula.
- ¿pero cómo le vas a decir eso a tu hermano?- dije siguiendo la broma.
- era de broma- continuaba diciendo Paula.
- feo no es, es horroroso- dije mientras me reía.
Nico paró de hacerle cosquillas a su hermana y me miró. 
- así que soy feo ¿no?  
- si mucho - le dije riéndome y el me beso.
- ¿así que te gusta un feo no?
- si- seguí besándole.
Nos dimos cuenta de que Paula nos estaba mirando.
-¿ala sois novios?- dijo con una sonrisa enorme en la cara y vino hacia nosotros a abrazarnos y Nico la cogió en brazos.
- si pero es un secreto, no lo puedes contar a nadie- le dijo.
Nico temía que Paula se lo contara a sus padres, y más que nada lo hacía por mi porque sabia que me sentiría incómoda conviviendo todos en la misma casa si sus padres supieran que estábamos juntos.
Después de estar allí un rato nos fuimos a casa a comer, sacamos a Pluto Laura y yo mientras que Loli hacia la comida, porque Nico se había despertado tarde y no pudo sacarlo por la mañana.
Una vez acabamos de dar el paseo llegamos a casa y la comida ya estaba en la mesa.
- venga sentaros todos ya- decía Loli trayendo platos de macarrones con queso.
La verdad es que les había salido bastante buenos, Loli era muy buena cocinando.
- mami ¿a que no sabes qué?- le dijo Paula a Loli delante de todos en la mesa.
-¿qué cariño?- le respondió sirviéndole un poco de postre.
- Nico tiene novia.
Al oír eso se me encogió el corazón, Nico me miró fijamente y nos quedamos sin saber cómo actuar, después miró a Paula e intentó darle una patadita por debajo de la mesa para que no dijera nada.
- ¿su amiguita Lola no?- dijo la madre mirando a Nico, él le sonrió como respuesta.
- no, su novia es...
- yo no tengo novia Paula ¿de dónde has sacado eso?- dijo Nico para evitar que dijera mi nombre.
- hay que ver cómo eres eh, te inventas cualquier cosa, además enana ¿para qué necesito yo una novia si te tengo a ti que eres la más guapa de todas?
La niña se rio y dejó de hablar del tema porque entendía que no debía contarlo.

Por la tarde fuimos Nico, Laura, Berto y yo a llevar a Paula a un castillo hinchable que habían puesto al lado de la playa porque quería ir desde hace tiempo y como ya estaba recuperada totalmente de lo del asma decidimos que era el momento perfecto para que se divirtiera un rato.
Estábamos andando por el paseo marítimo, Nico y yo nos quedamos atras, yo estaba un poco ausente sin prestar atención a nada, tenía mil cosas en la cabeza en ese momento.
- ¿Dani qué te pasa?-dijo cogiéndome de la mano extrañado.
- Nico es que... ya cada vez nos queda menos vacaciones y yo no me quiero ir de aqui porque no quiero estar sin ti.
- Dani, no me gusta que pienses eso ahora porque yo voy a estar contigo siempre, además mejor que alegres la cara y disfrutar lo que nos queda que estar comiendote la cabeza por eso ¿no?- dijo plantándome un beso en los labios, esos labios carnosos y perfectos que no queria que se fueran nunca.
- si, mucho mejor pero prométeme que vamos a seguir juntos, y que te voy a ver- necesitaba oirlo de su boca porque no estaba tranquila.
- te lo prometo Dani, te quiero y eso es lo que importa.
Yo le di un beso y se me pasó un poco el agobio que tenia y deje de pensar en eso, realmente me daba miedo perderle pero tenia la esperanza de que eso no pasaría.

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15.05.2013 22:36

CAPITULO 54

 

Laura:


La noche anterior me lo había pasado bastante bien cenando con Daniela y Nico y después vimos una peli. Me desperté pensando en todo lo que había hecho hasta ahora desde que llegué a Valencia y que todo había salido mucho mejor de lo que tanto planeábamos Daniela y yo y la verdad es que no podía estar más feliz, un recuerdo pasajero inundó mi mente porque ya antes había sentido esa misma sensación de felicidad:
-ay, déjame, ¡vas a conseguir que me enfade!- Nacho no paraba de hacerme cosquillas, habíamos ido de excursión con el colegio, a visitar un museo. La verdad es que era bastante aburrido y gracias a él me estaba divirtiendo. La guía no paraba de hablar sobre los cuadros que estábamos viendo y yo no podia escucharla porque Nacho no paraba de hacerme reir, entre todo el silencio del grupo.
-vente, vámonos- me susurró mientras todos estaban atentos a la explicación
-¿qué dices? ¿A dónde?
-esa tia es un poco pesada, vamos a ver el museo por nuestra cuenta ¿no te parece?-me dijo con una sonrisa, y no una sonrisa cualquiera, era su sonrisa de siempre, la que me habia enamorado desde que la vi
-estás loco, nos van a pillar
-venga ya no seas tonta- me cogió de la mano en cuanto el grupo de nuestro curso seguían a la guía para ver el siguiente cuadro, Nacho y yo salimos disparados sin que nos pudieran ver. 
Entramos en una sala más pequeña y llena de cuadros enormes en unas paredes altísimas. Nacho me abrazó por detrás apoyando su cabeza en mi hombro y mirando en mi misma dirección.
-¿no es más bonito verlos así los dos solos?
-si súper bonito, solo que los cuadros son un poco feos ¿no crees?- bromeé
-tienes razón, pues si quieres no los tenemos por qué ver- y acto seguido me besó, nos fundimos en un largo e intenso beso, yo jugaba con su pelo y él acariciaba mi espalda. Pero la idea de que pudieran entrar en la sala de un momento a otro me intranquilizaba así que me fui separando poco a poco de él.
-¿que te gustan más los cuadros que esto o qué?
-¿quién ha dicho que no me guste?- dije riendo.
De repente la puerta se abrió y no tuvimos mucho sitio para escondernos puesto que solo habia cuadros en aquel sitio, pero Nacho vio una estatua en una esquina de la sala y corrimos hacia ella antes de que nuestro profesor de lengua nos viera. Nacho y yo nos abrazamos para ocupar menos espacio escondidos detrás de la estatua y el profesor al ver que no estábamos allí se dio media vuelta y se fue. 
-venga tenemos que irnos que nos están buscando- dije algo preocupada, estas situaciones siempre me ponían muy nerviosa
-eh espera un momento 
-¿qué?
-que quiero que me digas porqué te has apartado
-te quedas con la duda- le dije dándole un leve beso en los labios y salimos de allí.
Momentos así me llenaban de felicidad, Nacho y yo estábamos tan bien juntos que deseaba que nunca acabara.
De repente abrí los ojos, me había quedado dormida tumbada en la playa, Paula estaba haciendo un castillo de arena a mi derecha y a mi izquierda estaba Daniela tomando el sol.
-¡mira Laura mira lo que he hecho!- gritó Paula levantándose y señalando su obra de arte.
-ala qué guay tu castillo, es enorme
-¿quién crees que podría vivir allí?
-pues no sé, un principe y una princesa ¿no?
-¿como Álvaro y tú?- dijo sonriente, en ese momento deseaba que fuese Nacho y no Álvaro ese principe del que hablaba Paula, pero eso no podia ser.
-sí, más o menos, como nosotros...
-pues serias la princesa más guapa del mundo y con el principe más guapo también aunque Nico lo es muchísimo más pero bueno Álvaro no está mal- me eché a reir, parecía mentira con lo chica que era y toda la imaginación que tenia
-¿qué estáis diciendo de mi?- Nico llegó de darse un baño y se enteroó de parte de nuestra conversación
-que Paula dice que Álvaro es mucho más guapo que tú- bromeé, Paula se rio
-yo no he dicho eso, ¡es mentira!- replicó Paula
-¡pero bueno! Soy tu hermano se supone que tengo que ser el mejor ¿o no?- dijo Nico revolcando a Paula en la arena y haciéndole cosquillas
-¡lo eres lo eres! ¡Pero para por favor!- gritaba Paula.
Me paré a pensar por un momento, lo que yo sentía por Nacho lo seguía sintiendo ahora, no había dejado de quererlo desde que llegué a Valencia y no veia la hora de volver a verle, su pelo, sus ojos, esa sonrisa que no había podido olvidar y que tenia grabada en mi cabeza...necesitaba verlo, necesitaba un poco de él, necesitaba escucharle diciéndome "fea" o sentirle acariciándome el pelo, tenía muchas ganas de él.

Nacho:
Estaba en la playa, con mis amigos, menos mal que Clara ya se había ido de viaje con su familia porque me tenia harto, no podía soportarla más pero no podía hacer nada, me tenia atado, como si no pudiera escapar... Pero es que ahora, en estos momentos la única que podía hacerme escapar de Clara era ella, Laura, pero no estaba, no estaba aquí conmigo, no la tenía a mi lado para decirme "tonto" o "eres un imbécil", pero sin perder nunca la sonrisa, claro, porque de una cosa estaba seguro, no había otra que me hubiera enamorado nada más verla sonreir, tenía algo, algo que enganchaba y no podía dejar de mirarla. Había perdido la cuenta del tiempo que llevaba sin verla, pero aun así no se me olvidaba su cara, por más que lo intentara siempre aparecía al cerrar los ojos, aparecía ella y no otra, porque era a ella a quien de verdad necesitaba.

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14.05.2013 22:18

CAPITULO 53

 

Daniela:

Por fin estaba Paula en casa de una vez, todos respiramos tranquilos cuando nos enteramos de la noticia, sobre todo me fijé en la reacción de Nico, el cual casi pegaba saltos de alegría. 
Estaba anocheciendo, Laura seguía con Álvaro en la calle y Paula y sus padres estaban en casa de los abuelos de Nico porque querían verla y después de estar todo el día durmiendo y haber estado en el hospital la niña quería salir de casa. 
Nico se estaba duchando y yo preparando la cena, vi que había acabado por lo que subí a avisarle de que estaba lista la comida.
- Nico ya podemos comer- dije entrando en la habitación.
Estaba con unas calzonas de andar por casa y con el torso descubierto dejando, se podían apreciar perfectamente todos sus músculos, aun le caían gotitas desde el pelo húmedo y le recorrían toda la espalda, estaba tan sexy, me quedé embobada mirándole apoyada en el marco de la puerta.
- ¿disfrutando de las vistas?- me dijo bromeando.
- ala qué flipado- resoplé poniendo los ojos en blanco- venga termina de vestirte-dije dando media vuelta para dirigirme hacia las escaleras.
- era broma- dijo cogiéndome del brazo y dándome un beso.
Yo le correspondí el beso con dulzura y pasión y él me cogió encajando mis piernas en su cintura mientras continuábamos besándonos. 
Me dejó caer en la cama y me empezó a hacer cosquillas, yo me reía a carcajadas, me encantaba, se le notaba lo feliz que estaba, en parte por la noticia de que Paula estaba bien.
-¡para, para!- le decía sin poder parar d reír. Mientras más le decía eso más seguía así que opté por no resistirme y paró.
Los pocos rayos de sol que quedaban estaban desapareciendo poco a poco.
- anda vamos que se va a hacer tarde.
- no, me quiero quedar aquí contigo.
Se colocó encima de mi y comenzó a besarme, desde los labios hasta el cuello, yo me estremecía bajo sus expertos labios, y él no paraba de hacerlo, yo palpaba su torso mientras le besaba sin parar.
Él metió las manos por debajo de mi camiseta y me la quitó lentamente, yo me deje porque me sentía a gusto con él, estábamos en total confianza y no me importaba, esa sensación únicamente la habia tenido con Guille.
Continuó besándome mientras yo agarraba su pelo y le seguía el beso, entrelazábamos la lengua poco a poco, lentamente y con pasión, me levantó y nos quedamos sentados uno enfrente del otro sin parar de besarnos, él me quitó el sujetador despacio, mientras me daba besos por el escote. Yo también le besaba el torso, me encantaba, sabia a él.
- te quiero Daniela- me susurraba.
Le quité los pantalones cuidadosamente y nos volvimos a tumbar, él encima de mi y yo debajo.
-¿estás segura de que quieres hacer esto?
- Nico si no lo estuviera, ya me hubiese ido.

Él me quería y yo a él, estaba segura con él por eso no me importaba lo demás. Nico asintió y continuó besándome profundamente una vez más. Cogió de su mesilla de noche un paquetito azul y se lo colocó.
En ese momento me puse bastante nerviosa, el lo pudo notar y me abrazó, nos fundimos en un dulce abrazo tenía mi mano por encima de mi apoyada en la almohada y él unió su mano a la mia y entrelazó los dedos, con la otra mano yo le acariciaba la espalda y el a mi la cintura y en ese momento fuimos uno, él era mio, y yo suya, me entregué a él y los dos nos fundimos en un intenso y largo placer, no podía estar mejor.

Nico: 
Estábamos en la cama tumbados, yo le acariciaba en el brazo y en la espalda, me encantaba estar así con ella, y después de lo que había pasado, más todavía, era la mayor muestra de amor que podia darme, ella estaba dormida y no quería despertarla pero escuché el ruido de  un coche y pensé que sería de mis padres, ya estarían de vuelta porque  era bastante tarde así que la desperté corriendo para que se fuera a su cuarto.
- Dani corre que han llegado mis padres.
- ¿en serio?- dijo algo nerviosa cogiendo todo y dirigiendose a su cuarto.
Escuchamos la puerta abrirse, la verdad es que  la situación me producia gracia, parecía de película.
- ¿hay alguien?- dijo cuando entro, ¡era Laura! en ese momento no me pude contener más y me eché a reir. Subió las escaleras y entró en mi cuarto.

-¿qué pasa? ¿por qué te ries?- preguntó con una sonrisilla.

-porque creíamos que eran tus tíos- dijo Daniela saliendo de su cuarto y riéndose también.

Al final bajamos a cenar, aunque fuera tarde seguíamos teniendo hambre y como la pizza se había quedado fría la calentamos y nos la comimos, no me lo podía pasar mejor con ellas dos, la verdad es que me alegraba mucho de que Laura fuese mi prima, y Daniela su mejor amiga.

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13.05.2013 18:01

CAPITULO 52

 

Laura:


Estaba teniendo una pesadilla y me desperté sobresaltada y con la respiración acelerada, había soñado que a Paula la operaban y lo pasábamos todos fatal. Pero no quería pensar en eso, no quería ni imaginármelo. No era muy tarde por lo que Nico y Daniela todavía estaban dormidos pero yo ya no tenía más sueño. Decidí coger la bici e ir a dar un paseo. Las calles estaban solitarias, los primeros rayos de sol del amanecer empezaban a deslumbrar y yo no paraba de pedalear. Ojalá pudiera irme lejos y olvidarme de lo que estaba pasando en ese momento. Pero no, tenía que afrontar la realidad, y la realidad era que mi prima estaba ingresada en el hospital y grave, mis tíos cada vez llevaban mas días sin dormir y mi primo no podía estar más cabreado. ¿Y yo? Yo que podía hacer? Me sentía fatal, inútil, como un cero a la izquierda, incapaz de hacer algo para ayudar a mi familia y conseguir que todo saliera hacia delante. Esa respuesta solo me la podía dar ella, mi madre. Llegué a casa después de un largo paseo en bici, estaba cansada y me senté en una tumbona del jardín. Llamé a mi madre, ella siempre tenía respuesta para todo, siempre me daba una opción a lo que fuera y siempre buscaba solución a mis problemas, realmente la necesitaba aquí conmigo, la echaba de menos y mucho.
-¿Laura? ¿Qué haces llamando tan temprano cariño?- su voz desprendía la misma dulzura de siempre, estaba extrañada, nunca la solía llamar por la mañana y menos tan temprano.
-mami ¿qué tal todo?
-pues muy bien hija, aquí estamos todos bien pero ¿por allí? ¿Cómo está tu prima? 
-bueno, ayer cuando la vi parecía contenta aunque no le gustaba mucho que le tuvieran que hacer pruebas y esas cosas pero al fin y al cabo se le veía feliz
-que bien cielo, espero que salga todo bien
-mamá te echo mucho de menos, si estuvieras tú aquí sabrías que hacer en cada momento, me ayudarías con todo, es que me da mucha pena verla así y no poder hacer nada
-es que tú no tienes que hacer nada, simplemente tienes que darle muchas muestras de cariño a Paulita y que al menos el tiempo que esté allí no esté triste, y ayuda en casa, sobre todo, ayuda a tus tíos con lo que puedas
-vale mamá lo haré
-cuídate hija, un beso
Colgué el teléfono y me quedé un rato pensando. Teníamos que ir al hospital cuanto antes. Se me había ocurrido una idea.
Subí corriendo a la habitación de Nico y me tiré en su cama sin hacer mucho ruido pero él se dio cuenta y abrió los ojos.
-buenos días Nico, a desayunar que tenemos que ir al hospital- dije rápidamente y saliendo del cuarto, escuché que Nico se levantaba y se dirigía hacia el baño, ahora tocaba despertar a Daniela, siempre tan dormilona. Le empecé a hacer cosquillas y enseguida se levantó de un brinco.
-¿pero qué haces?- dijo
-tenemos que ir al hospital Dani.
Estábamos desayunando cuando de repente escuché el timbre de la puerta.
-¿quién puede ser a estas horas de la mañana?- preguntó Daniela
-es Berto, me dijo que lo llamara cuando fuese al hospital, él también quiere verla- dijo Nico abriendo la puerta
-¿que tal estáis?- dijo Berto cuando entró. La verdad es que me alegraba de que viniera porque al menos con él, Paula no se aburriría.
Terminamos de desayunar, yo le cogí algunos bollos con chocolate para Paula porque seguro que en el hospital no le daban comida buena y esos bollos eran sus preferidos, le encantaban.
-vámonos- dijo Nico saliendo de la casa.
Nos montamos en el coche, nadie dijo nada en todo el camino, aparte de que estábamos muertos de sueño ninguno sabia de que hablar pero al fin y al cabo todos estábamos pensando en lo mismo: en el momento en el que Paula saliera del hospital, con su sonrisa de siempre y su alegría habitual que estos dos últimos días había desaparecido por completo de su rostro.
-para, para aquí un momento- le dije a Nico indicándole que aparcara
-¿para qué? ¿Qué quieres hacer?
-tu hazme caso y Dani acompáñame por favor.
Daniela y yo nos bajamos del coche, y nos dirigimos hacia una juguetería que acababa de abrir.
-¿qué quieres comprar?-me dijo Daniela extrañada- mira seguro que esto le encanta- dijo mostrándome un estuche de pinturas
-no, no es eso exactamente lo que busco-dije mirando hacia todas las estanterías, con la esperanza de encontrar lo que Paula siempre me decía que quería y que le haría mucha ilusión.
-¿y que es?
-¡esto!-dije corriendo hacia una esquina de la tienda y cogiéndolo con todas mis fuerzas, como si alguien me lo fuera a quitar de las manos. Se trataba de un oso de peluche, pero no un oso cualquiera, era gigante, y muy suave

-¡pero es enorme!- se asombró Daniela
-es que es esto lo que Paula quiere, le encantan los osos y a tamaño real mucho mas
-bueno si es eso lo que quiere, vamos a pagarlo venga.
Pasamos por la caja para comprar el oso, casi era más grande que yo.
Cuando salimos de la tienda Nico y Berto se quedaron asombrados al ver lo que había comprado.
-¿pero esto qué es? ¿Nuestro nuevo amigo?- bromeó Berto
-mi hermana siempre ha querido tener uno-dijo Nico- seguro que le hace mucha ilusión Laura
-si pues el osito este vale por uno más porque ocupa un asiento entero el cabrón- rió Berto.
Al fin llegamos al hospital, subimos al pasillo donde se encontraba la habitación de Paula y antes de entrar llamamos a la puerta porque podría estar dormida.
-¿se puede?- pregunto Nico 
-claro pasad- nos dijo mi tía
-¿puede pasar don oso amoroso?-dijo Berto cambiando la voz y andando detrás del peluche sin que se le pudiera ver
-¡ala!- Paula gritó de emoción al ver el oso de peluche y miró a Nico para darle las gracias.
-no enana dáselas a ella que te lo ha regalado-dijo Nico señalándome
-¡eres la mejor prima del mundo mundial!- dijo la niña abrazándome desde la camilla. Luego Berto le dio su oso y ella lo abrazó también con mucho entusiasmo, se le veía feliz y contenta, y había sido gracias a mí, eso me encantaba.
-tita os podéis ir a casa si queréis, nosotros nos podemos quedar con ella
-no cariño, no queremos irnos, ahora van a venir los médicos para hacerle unas pruebas de los pulmones, nos han dicho que no será nada pero no queremos irnos ahora.
-¿de verdad? ¿Estas segura?
-si cielo muchas gracias por todo de verdad.
Paula no paraba de reírse con las bromas que le gastaba Berto, me alegraba que por fin pudiera estar contenta.
-bueno pequeña ¿has desayunado?
-si pero unas galletas que no me gustaban mucho
-pues mira lo que te he traído- le dije ensenándole los dos bollos de chocolate que había cogido para ella
-¡que guay! ¡Me los has traído! Menos mal porque tengo un hambre...gracias Laura, te quiero
-y yo a ti peque
-no, la niña no se puede comer eso, lo siento-nos interrumpió una voz masculina un tanto seria y rígida, era un médico que llegó con una carpetita en sus manos y tenía una cara muy seria- es que tiene que hacerse las pruebas y no debe comer nada
-perdón ya se las comerá luego- le dije
-pero yo no quiero hacerme esas pruebas- dijo Paula algo enfadada
-enana tienes que hacértelas o ¿es que no quieres volver a casa con todos nosotros?- le dijo Nico cogiéndole de la mano
-bueno hasta que obtengamos los resultados no podrá volver a casa- dijo el médico
-entiendo 
Parecía que aquel medico solo quería fastidiar, estropear todo lo que le decíamos a Paula para convencerla de que se tenía que hacer las pruebas, no nos ayudaba para nada.
Nos dijo que teníamos que salir de la habitación, que durante las pruebas no podía estar nadie. Nos sentamos en los asientos que había en el pasillo a esperar, todos estábamos nerviosos. De repente sonó mi móvil, era Álvaro, no había estado muy pendiente suya con lo de Paula pero aun así lo necesitaba más que nunca.
-hola
-¿que tal estas? ¿Cómo esta tu prima? ¿Sigue en el hospital? ¿Donde estas?- no paraba de hacerme preguntas se le veía preocupado y eso me hacía sentir bien
-bien está bien ahora le están haciendo pruebas estoy en el hospital
-pues voy para allá, no estoy bien sino estoy allí contigo
-no Álvaro no hace falta que vengas de verdad estoy bien
-me da igual, yo no, enseguida estoy allí.
No me dio tiempo de decirle nada más porque me colgó. Estaba claro que cuando se le metía algo en la cabeza no había quien se lo sacase.
Cuando llegó no pude evitar abrazarlo con todas mis fuerzas, era lo que más necesitaba en ese momento.
-eh ya estoy aquí tranquila- me susurró al oído.


Ya era la hora de comer y los médicos todavía no habían salido de la habitación de Paula.
-¿queréis algo de comer?- preguntó Berto-voy a bajar al bar
Ninguno teníamos ganas de comer, era lo último que nos preocupaba en aquel momento.
Por fin abrieron la puerta de la habitación y pudimos entrar a verla, estaba dormida por la anestesia que le habían puesto. El médico nos dijo que esperásemos a los resultados.
No quisimos despertarla así que mis tíos se fueron a por algo de comer, que llevaban tiempo sin hacerlo. 
Cuando por fin se despertó y nos vio allí apareció en su cara una leve sonrisa.
-dentro de nada vas a volver a casa enana- le dijo Nico revolviéndole el pelo.


Y así lo hicimos todos, volvimos a casa y con Paula, los resultados de las pruebas habían sido buenos y ya le dieron de alta. Esa noche todos pudimos dormir tranquilos.

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11.05.2013 23:00

CAPITULO 51

 

 Daniela:

Llevábamos todo el día en el hospital, Nico estaba bastante afectado, no se separaba de su hermana en ningún momento. Laura y yo estábamos en la sala de espera sin saber qué hacer. Su tía Loli nos dijo que nos fuéramos a casa a descansar porque allí ya no hacíamos nada. Nico se negó a marcharse porque no quería dejar a Paula sola.
Me daba mucha pena verlo así y no poder hacer nada para consolarlo y sobre todo no poder darle ninguna muestra de cariño porque sus padres estaban cerca aunque lo que tenía eran ganas de abrazarlo, de abrazarlo muy fuerte y decirle que no sre preocupara que todo estaba bien porque lo veía triste y eso me dolía.
- no me voy a ir a ningún sitio, yo me quedo.

No dejaba de repetir esa frase una y otra vez pero al final Loli le convenció para que nos acompañara a casa, que allí iba a estar mejor y que Paula estaba bien. Nos despedimos de los tios de Laura y por supuesto de Paula, que le dio mucha pena ver que nos íbamos pero lo entendía.
Nada más salir del hospital agarré a Nico por el brazo y le apreté fuerte como para decirle que estaba ahí, que podía contar conmigo para lo que quisiera, acto seguido me abrazó acariciándome la espalda tranquilizándose poco a poco y yo  abracé lo más fuerte que pude y nos quedamos un rato así, Nico estaba realmente mal y necesitaba apoyo.
- todo va a salir bien- le susurré al oído. 

Nos montamos en el coche y fuimos para casa, Laura preparó algo de comer y Nico y yo nos quedamos en el salón.
-me da mucha pena ver a mi hermana así, es que no puedo- se lamentaba.
-Nico, se recuperará pronto y ya mismo estarás con ella aquí en casa- intentaba calmarle yo.
Parece que se relajó un poco y se comió un sándwich misto que Laura habia preparado.
En ese momento entró por la puerta el padre de Nico.
- papá, ¿cómo está Paula?
- está bien pero se tendrá que quedar una noche más en el hospital, tu madre está allí con ella, yo he venido a llevarle ropa y su muñeca preferida, lleva todo el día preguntando por ella.
- dile a mama que descanse, me quedaré yo esta noche.
- no hijo, tú te quedas aquí, nosotros dormiremos allí hoy.
- pero papa ¿qué más dará?-continuó diciéndole Nico.
- Nico he dicho que no y es que no.
Nico salió de casa dando un portazo, no entendía qué más le daba, Paula iba a estar bien tanto con su madre como con él no sabía porque se tenia que poner así.
Yo salí detrás de él, no queria dejarlo solo en un momento así.

- ¡Nico espera!- grité a unos metros de él. Él seguía hacia delante sin mirar atrás, entendía que estuviese enfadado pero tampoco tenia por qué ignorarme.
- ¡Nico para por favor!- se detuvo en seco y por fin llegué a donde estaba.
- Dani si no te importa quiero estar solo.
- pero ¿porque estas así? Verás a Paula mañana no te preocupes.
- ¡Daniela joder que no es por eso!- dijo alzando el tono de voz.-es por todo, estoy harto de que me digan lo que tengo o no tengo que hacer, quiero estar solo déjame por favor.
Se dio media vuelta y siguió andando hacia delante.
Yo me fui a casa un poco cabreada, me molestaba que me hablase mal y que lo pagara conmigo.
- ¿cómo esta?-preguntó Laura al verme que habia llegado.
- no lo sé es que está muy alterado.

- bueno no se lo tengas en cuenta, es normal que esté así.
- si ya lo sé pero no lo tiene que pagar conmigo y gritarme, pero bueno no quiero pensar más en eso, ¿y tu tío?.
-mi tio ya se ha ido otra vez al hospital, así que esta noche dormimos solos.

Nico: 

Estaba andando por la playa sin un rumbo fijo, notaba el agua fría en mis pies y el viento en mi cara, eso me relajaba. Me sentía mal por haberle gritado a Daniela pero es que aparte de saber que mi hermana estaba mal me molestaba que mis padres me dijeran lo que debo o no debo hacer y todo se me estaba acumulando, no tenía ganas de soportar a nadie, necesitaba relajarme y el paseo por la playa me vino bastante bien.

Decidí volver, pues ya llevaba demasiado tiempo fuera y estaba anocheciendo.
Cuando llegué Daniela y Laura estaban en el sofá viendo la tele.

- hoy dormimos solos, tu padre ya se ha ido al hospital- me informó Laura rápidamente.
Daniela ni siquiera se limitó a mirarme, siguió viendo la tele, yo supuse que estaria molesta y pensaba hablar con ella pero en vez de eso me fui hacia mi cuarto y me tumbé en la cama, no quería pensar en nada. 
Me quedé un rato así, mirando al techo y escuché que Laura y Daniela subian las escaleras, supuse que para acostarse. Tenía la puerta entreabierta y vi como Laura iba a al baño y que Daniela pasaba por el pasillo para irse a su cuarto, en ese momento me levanté, abrí la puerta y entré en su cuarto.
-¿qué quieres?- dijo al verme.
- Dani por favor no te enfades, eso es lo que menos soportaria ahora, lo siento por hablarte así de verdad.
Ella se acercó a mi y me acarició la cara.
- no me voy a enfadar pero no vuelvas a pagar conmigo tus enfados, porque yo no tengo la culpa.
La besé profundamente, deseaba hacerlo desde que me fui cabreado, ella era la única que me hacía falta en ese momento y yo la quería.

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09.05.2013 23:08

CAPITULO 50

 

Laura:


Ya era por la tarde, no parábamos de recoger todo, la verdad es que habíamos ensuciado el barco bastante y entre vasos, botellas y colillas había mucha basura.
Todos nos habíamos puesto las pilas para ayudar, incluso los niños se pusieron a fregar el suelo o los baños, estaban tan graciosos, sobre todo Berto, que se había colocado incluso un delantal y unos guantes de goma para fregar.
-eh chicos ¿quién soy?- bromeó Berto imitando a mi tía Loli haciendo los mismos gestos que hace ella siempre cuando está en la cocina.
-¡mi tia!- dije riéndome
-eh tio ¿tienes algun problema con mi madre?-bromeó Nico agarrandolo por el cuello y dándole unas cuantas collejas.
-¡vale vale para!-dijo Berto intentando soltarse, Daniela y yo nos reimos mientras seguíamos limpiando.
En ese momento me acordé de que no habia hablado con mis tios desde que llegamos al barco, era extraño que no se hubieran preocupado por nosotros aunque no teníamos mucha cobertura en nuestros móviles.
-¿Nico tú has hablado con tu madre?
-si, me ha llamado esta mañana y le e dicho que estábamos bien y por eso no te ha llamado, sabe que estáis a mi cargo y confía en mi-bromeó Nico una vez más, sintiéndose muestro guardaespaldas o algo por el estilo.
-vale me quedo mucho más tranquila- dije riendo.
Terminamos de recoger todo entre risas y bromas y mas o menos estaba todo igual que al principio, no se notaba ninguna mancha en el suelo de varios cubatas caidos o de la tarta de chocolate. 
Ya estábamos rumbo a Malvarrosa, me daba pena volver porque habian sido dos días increibles, me lo había pasado bastante bien y no quería volver a casa. 


Nos bajamos todos del barco y nos fuimos alejando cada uno por su lado, yo me despedí especialmente de Sonia, que me había gustado mucho conocerla, y de sus amigas que también eran simpáticas.
Tenía pensado volverme a casa en moto con Álvaro pero ya que Nico habia venido en coche preferí irme con él, Berto y Daniela.
-no te importa ¡no?- le dije a Álvaro- es que así no tienes que pasar por mi casa
-no te preocupes me iré solo, aunque sin ti no será lo mismo ¿eh?- dijo bromeando y poniendo cara triste
-bueno entonces me voy- dije acercándome a él para besarle, pero me detuvo
-gracias otra vez Laura, de verdad que no sé como agradecértelo
-que no tienes que agradecérmelo, con que me quieras siempre, me conformo
-eso está hecho boxeadora- y nos perdimos en un profundo beso, no quería soltarlo de mis brazos pero tenía que irme.
-adiós fea- me dijo revolviéndome el pelo, yo le respondí con una enorme sonrisa y me marché de allí para montarme en el coche de Nico.
-bueno ya nos podemos ir- dije al entrar
-ya era hora -se quejaron todos.
Berto, Nico, Daniela y yo entramos en casa, nos estábamos riendo porque casi atropellábamos a alguien de lo rápido que íbamos, todo porque Nico quería hacer la gracia. Pero cuando entramos en casa paramos de reir, algo nos sorprendió. Era raro, porque estaban todas las luces apagadas, las ventanas enteras cerradas con las persianas, parecía como si se hubieran ido de viaje y lo hubieran dejado todo cerrado, pero no, no se podian haber ido de viaje sin habernos avisado, algo pasaba.
-¿qué coño ha pasado aqui?-preguntó Berto extrañado.
Nico se acercó a la cocina, en la nevera había una nota con la letra de mi tia Loli. Nico la leyó y a medida que lo iba haciendo se iba sorprendiendo más y su rostro cambiaba.
-tenemos que ir al hospital-dijo con la cara pálida y tirando el papel al suelo, no me imaginaba qué poda pasar o mas bien a quién le podía haber pasado algo, tenia miedo, me esperaba lo peor.
-Nico ¿qué pasa?
-Paula, eso pasa- le vi que tenía los ojos llorosos e inmediatamente cogí el papel del suelo y lo leií, pero tan rápido que seguía sin entender nada y Nico ya nos estaba esperando en el coche, asi que corrimos y nos fuimos de la casa.

Nico estaba conduciendo bastante nervioso, no veía el momento de llegar al hospital.
Cuando por fin llegamos, nos bajamos corriendo del coche y nada más entrar preguntamos a la recepcionista, que se sorprendió un poco al ver las pintas que llevábamos porque los cuatro íbamos con bañadores y ropa de playa, no podíamos ir peor vestidos.
Subimos tres plantas del hospital hasta que por fin en el pasillo principal vi a mi tío Nicolás sentado en uno de los asientos con la cabeza entre las manos.
-papá ¿dónde está Paula?
Mi tío se levantó rápidamente al vernos y nos abrazó a Nico y a mi.
-está ahí- dijo señalando la puerta de una habitación justo enfrente de nosotros.
Nico y yo entramos, Daniela y Berto se quedaron en el pasillo. Nada más abrir la puerta de la habitación escuché a Paula hablar con mi tía, notaba su voz entrecortada y triste, como si no pudiera hablar más alto. Al vernos una enorme sonrisa apareció en su cara y nos empezó a gritar para que le abrazásemos, aunque sólo fuera desde la camilla.
-¡Nico! ¡Laura! ¡Habeis venido! ¿Qué tal la fiesta? ¿Os lo habeis pasado bien? -no paraba de hacernos preguntas y se le veía tan feliz por vernos, pero su voz no podía negar que por dentro estaba triste, no podía alzarla mucho y apenas susurraba.

-¿cómo estás enana?-le preguntó Nico besándole en la frente

-bien pero me han dicho que tienen que hacerme muchas pruebas, y yo no quiero- dijo bajando la mirada, parecía que le daban miedo esas pruebas de las que hablaba, seguramente ya le habrían hecho muchas y no le habían gustado.

-bueno pero tienes que hacértelas para ponerte buena y que puedas volver a casa ¿vale?- le dije evitando que se me saltaran las lágrimas.

-ya lo sé, yo quiero volver a casa.

Luego me giré para saludar a mi tía, y su cara lo decía todo, tenía unas ojeras enormes, no podía negar que llevaba tiempo sin dormir y que estaba muy nerviosa. Le di un abrazo con todas mis fuerzas y ella me lo agradeció, suspiró y se le saltaron dos lágrimas de los ojos.


-menos mal que ya estais aquí-dijo mi tía algo más relajada

-¿por qué no nos avisaste antes? Podríamos haber vuelto

-no queríamos preocuparos cariño, lo teníais que pasar bien y eso era lo importante- dijo con la voz algo ronca, nunca había visto así a mi tía, me daba tanta pena.
Paula llevaba ingresada dos días en el hospital, le había dado un ataque de asma y se quedó sin poder respirar bien hasta que llego al hospital y le pusieron muchos tubitos por los brazos que yo no entendía del todo bien para qué servían.
-enana no te voy a dejar sola ni un minuto ¿eh? Como si me tengo que quedar aqui a dormir contigo, lo haré- le dijo Nico cogiéndole de la mano, la verdad es que no hay cosa que te ponga peor que ver a un ser querido pasándolo mal, y mucho peor si es tu hermana pequeña, Nico la quería mucho y no podía dejar que le pasara nada malo y que él no estuviera con ella.

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08.05.2013 23:29

CAPITULO 49

 Daniela:

Me desperté abrazada a Nico en un camarote del barco porque la noche anterior había bebido mucho y yo le acompañé para que se acostara y debí quedarme dormida, tenía mucho sueño.
No quería moverme mucho para no despertarle porque estaba dormido profundamente, se le veía tan tranquilo y sereno, me entraban ganas de comérmelo...
Al rato se despertó y me dio los buenos días dándome un beso.
- vaya dolor de cabeza que tengo- dijo poniéndose la mano en la frente.
- normal Nico, ayer te pasaste con el alcohol.
- es que no me acuerdo de muchas cosas- dijo confuso.
- bueno lo que cuenta es que te traje aqui para que no te pusieras peor.
- al menos saco algo positivo de esto- me susurró.
- ¿el qué?- Pregunté con curiosidad.
- he conseguido que duermas conmigo y si me tengo que poner borracho todas las noches para dormir abrazado a ti lo haría sin dudarlo.
Cuando dijo esto noté que los colores subían a mis mejillas, definitivamente quería a Nico, era genial y me hacía sentir la niña más feliz del mundo.
Llamaron a la puerta, era Laura, entró y se tiro en la cama en plancha y nos echamos a reir los tres.
- chicos venga poneros los bañadores que están todos fuera ya.
- ya vamos, ya vamos pero antes quiero desayunar que estoy hambriento- dijo Nico.
Fuimos a cubierta Nico y yo, me había puesto mi bikini rosa fosforito y unas gafas de sol para tapar un poco las ojeras que tenía de no haber dormido mucho.
Nico y yo ibamos cogidos de la mano y Lola nos vio de lejos y me miró fijamente, pero no hice caso y seguimos hacia delante para comer algo de desayunar, nos hicimos tostadas y un vaso de zumo y nos sentamos fuera en la pequeña terracita, donde daba el sol de lleno.
- eh chicos ¿por qué no nos bañamos?- dijo Álvaro echando la escalerilla.
- si, venga- decia la gente.
La verdad es que a todo el mundo le entusiasmaba la idea y como hacia mucho calor, venía bastante bien un bañito.
Nico acabó mucho antes que yo de desayunar, yo era un poco lenta comiendo.
-¿Dani vienes al agua? Se están bañando todos.
- ve tu mientras, ahora iré yo.
Vi de lejos que Laura venia con una chica en mi dirección.
- mira Dani, esta es Sonia
No entendía mucho la situación porque supuestamente se tendría que llevar mal con ella, era la ex de su novio.
- hola ¿qué tal?- dije enseguida levantándome.
- encantada- dijo ella sonriendo. La verdad es que parecía buena niña y era bastante guapa pero no era muy alta.
- bueno yo ya he acabado de desayunar ¡vamos con los demás!
- si vamos.
Yo me tiré de cabeza con Laura, a Sonia le daba un poco más de miedo y bajó por la escalerilla.
El agua estaba buenísima y aliviaba mucho el calor.
Vi a Nico de lejos y nadé hacia donde estaba y cuando lo tenía delante de mi sin que pudiera verme le di una ahogadilla.
- eh qué haces, fea - dijo saliendo del agua rápidamente.
- ¿cómo que fea?- dije bromeando.
- si, eres la niña más fea del mundo.
- a bueno si soy tan fea me voy.
Los dos reimos y él me cogió de la cintura acercándome para alcanzar mis labios.
- eres la niña más hermosa que he conocido- dijo susurrando a unos centimetros de mi.
Dicho esto noté que alguien nos salpicaba agua, asi que nos giramos y vimos que eran Berto y Sara. A Lola hacía tiempo que no la veia pero estaria por ahí tampoco me preocupaba, era lógico que no quisiese estar cerca de nosotros ahora mismo porque vernos juntos le haria daño.
- tienes ganas de pelea eh- le dijo Nico salpicandole mas agua aun a Berto.
- cabrón te vas a enterar- dijo Berto cogiéndolo por los hombros y sumergiéndolo bajo el agua.
Sara y yo nos apartamos porque no teniamos ganas de que nos salpicaran, dejamos que se divirtieran ellos solos.
- ¿cómo está Lola?- le pregunté.
- pues como va a estar, está triste porque la verdad que se obsesionó mucho con Nico.

- la entiendo, pero es que yo tampoco tengo culpa ¿sabes? Nos hemos enamorado simplemente y eso no lo podíamos elegir, simplemente surge cuando menos lo esperas.
- Daniela no te preocupes, se le pasará- Sara me dio un abrazo y decidimos subir al barco.
Nos tumbamos en cubierta a tomar el sol con las demás niñas y allí pasamos la mañana, escuchando música y disfrutando de las buenas vistas.

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07.05.2013 22:16

CAPITULO 48

 

 Laura:


-¿Has visto a Laura? -escuché que Álvaro preguntaba por mi a unos chicos que yo no conocía de nada. Intenté hacer todo lo posible para que no me viera porque estaba justo detrás suya, así que me alejé para esconderme ya que en ese momento no me apetecía hablar con el, no tenía ganas de discutir y si me tenía algo que decir seguro que sería malo, me daba miedo. Pero aun así, me encontró.
-¿Laura dónde te habías metido? Llevo un buen rato buscándote- me dijo al verme
-he estado por aquí, tampoco hay mucho sitio como para perderme en un barco-dije molesta. 
-venga ya Laura ¿qué te pasa?
-nada que si querías hablar con tu ex solo tenías que decírmelo y no mentirme
-no te he mentido Laura es verdad que antes estuve hablando con ella pero luego sí que me fui con unos amigos, y además tú ¿cómo sabes que es mi ex novia?
-lo sé y punto, eso que mas da
-ven- me dijo cogiéndome del brazo y llevándome casi a rastras para dentro del barco.
-Sonia, ¿de qué hemos estado hablando? -paramos en un grupito de niñas en el cual estaba su ex, según había dicho él, se llamaba Sonia.
-básicamente de lo mucho que quieres a Laura- contestó ella, acto seguido me miró, y yo a ella, como si quisiera decirme algo muy importante y no supiera cómo empezar- Laura tienes suerte, no todos los días se encuentra chicos como Álvaro, además te quiere y mucho, no ha podido dejar de hablarme de ti en todo el tiempo, no lo dejes escapar.
Esas palabras me gustaron, incluso llegaron a hacer que esa tal Sonia me gustara, ya me caía bien, al fin y al cabo se le veía buena persona.
Álvaro me agarró de la cintura y me llevó hacia el buscando mis labios.
-no te vuelvas a enfadar por una tontería así ¿eh?-me susurró al oído y luego nos fundimos en un dulce e intenso beso, pude sentir la tranquilidad en mi cuerpo por saber que no había pasado nada entre ellos. Me había comportado como una tonta y los celos se habían apoderado de mi, pero ya estaba feliz, y todo había sido gracias a ella, se la debía. 
Estuve un buen rato bailando con Álvaro, todo el mundo le miraba y le aplaudía, por ser el cumpleañero. Vi el momento perfecto para sacar la tarta de cumpleaños, a esas horas de la noche todos teníamos hambre y una buena tarta de chocolate no nos venía nada mal.
-Daniela ayúdame que quiero sacar la tarta ya- le pedí a Daniela, que estaba con Nico
-vale
-yo también os ayudo chicas-dijo Nico cogiéndonos por los hombros a las dos- ay que ver, mis dos niñas preferidas que guapas que son.
Nico no paraba de decir tonterías ya que había bebido bastante, y llegó a la cocina tambaleándose, tanto que estuvo a punto de caerse al suelo, Daniela y yo nos estuvimos riendo de el un buen rato.
Sacamos la tarta del frigorífico y poco a poco entre los tres le colocamos las velas.

Cuando salimos de la cocina, Nico se adelantó para aflojar la música, la gente empezó a gritarle pero al poco tiempo nos vieron a Daniela y a mí con la tarta y lo entendieron todo. Se fueron acercando todos poco a poco a la mesa.
-¡chicos que ya está aquí la tarta!- gritaban algunos
-¿y Álvaro?- pregunté, ya que no lo veía entre la gente, pero de repente apareció con Sergio y sonrió al verme con la tarta a mi lado.
Todos empezamos a cantar el cumpleaños feliz.
-felicidades- le dije al oído para que pudiera escucharme entre tanto ruido
-eres la mejor- me dijo con una enorme sonrisa y dándome un leve beso
-tio ahora tienes que soplar las velas, y pedir un deseo, ya sabes lo típico ¿no? -rió Berto
Álvaro miró a todos los que estaban allí, esperando a que soplara las velas para poder comerse la tarta, luego me miró a mi, me acarició la cara y acto seguido sopló todas las velas. No sabía por qué pero algo por dentro me decía que aquel deseo tenía algo que ver conmigo, pero yo no creía en esas cosas, al final nunca se cumplen.
Me fui para él y lo abracé con todas mis fuerzas, había sido un día especial para él y me encantaba que lo hubiera pasado conmigo. 
-muchas gracias Laura, sé que sin ti esta fiesta no habría sido posible y gracias a ti esta siendo una gran noche- dijo mirándome, yo le sonreí.
-no tienes que dármelas, lo he hecho porque quería que lo pasaras bien- y me puse a cortar la tarta, repartiéndola a cada uno de los invitados y parecía que les encantaba.


Cuando acabamos de comernos la tarta, Nico, Daniela, Álvaro y yo nos dirigimos hacia la parte trasera del barco, nos tumbamos en las tumbonas, desde donde se apreciaba perfectamente todo el cielo inundado de estrellas.

-qué bonito, me encanta esto- dije embobada

-has visto ¿eh? A todas esas estrellas las he llamado yo para que vinieran aquí y las pudieras ver tú- bromeó Álvaro, los demás reímos

-ahora mismo no podría estar mejor- suspiró Daniela

-bueno no seré yo quien estropee el momento… os quiero mucho chicos, a los tres- dijo Nico mirando primero a Daniela y luego girándose para mirarnos a Álvaro y a mi y acto seguido se cayó de la tumbona. Nosotros no nos pudimos reir más, la verdad es que iba demasiado borracho y cada vez estaba peor. Así que Daniela se lo llevó a un camarote porque necesitaba descansar y si Nico seguía así, se iría cayendo por todo el barco.

Álvaro y yo nos quedamos solos, abrazados, en el mejor momento de la noche, disfrutando del cielo y de la brisa que corría procedente del mar. Momentos como ese son los que no cambiaría por nada del mundo, y son precisamente esos momentos, los que recordaría siempre, y gracias a él.

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Tema: Blog Cuando menos te lo esperas

Fecha: 08.09.2014

Autor: dfgh

Asunto: dgh

Alguna conoce mas libros por internet asi?

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Fecha: 18.02.2014

Autor: Otra autora

Asunto: He escrito un blog de amor

He escrito una historia de smor con una amiga que igual os gusta se llama Necesito Que Estés a Mi Lado leedlo no os arrepentireis https://m.necesito-que-estes-a-mi-lado.webnode.es/news/capitulo-3/

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Fecha: 18.12.2013

Autor: holaaa!

Asunto: maaas!

Eres geniaaaal! Me encanta como escribes y la historia es preciosaa! Te animo a que sigas porque no jos podemos quedar asi con esta intriga, sigue por favoooooor!! Un besazoo!

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Fecha: 03.08.2013

Autor: fan molesta

Asunto: cap

Me parece muy mal que no subas mas y no acabes la historia, que el desarrollo a estado muy bien pues si pero si no tiene un final..... Me parece que lo deberias terminar

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Fecha: 01.07.2013

Autor: olaktal?

Asunto: k ase?

Hola buenas, solo saber si vais a seguir subiendo, es un coÑazo estar mirando todo el rato y ver que no avanza. Me encanta la historia, por favor seguid subiendo. Grasias. Un beso

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Fecha: 20.06.2013

Autor: fan

Asunto: cap

Antes de todo me encanta este libro y piensoo que es buenisimo pero se hace muy muy muy pesado esperar tanto tiempo a que subais ya hasta se me esta olvidando donde se quedo la historia..... Encima ya no teneis que estudiar bss

PD: subirr yaaaa

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Fecha: 03.04.2013

Autor: Eugenia

Asunto: 28

El 28 es mi numero favorito podrías subir ese capitulo.

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Fecha: 03.04.2013

Autor: Victoria

Asunto: Twitter

Habidas en reitere cuando haya nuevos capitulos que yo mientras tanto me voy a leer buenos días princesa xq tengo q esperar de alguna forma

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Fecha: 03.04.2013

Autor: Curiosa

Asunto: Como se os ocurrio

Como se os ocurrió la historia?

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Fecha: 03.04.2013

Autor: Morena

Asunto: Fan morena

Porfin una historia de amor con una morena como prota en serio no sabéis el tiempo que llevaba queriendo leer un libro así ya estaba empezando a creer q las morenas no teníamos posibilidades en el mundo del amor, mi amiga yyo estamos escribiendo una historia de amor para nuestro blog como hicisteis vosotras solo q metiendo características a los personajes de amigos nuestros y tuvimos una discusión por el color del pelo

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