CAPITULO 12
Laura:
Por fin llegó el día de la fiesta, Daniela y yo teníamos muchas ganas y esa noche habíamos cenado muy rápido porque lo único que queríamos era arreglarnos para estar perfectas. Dani se puso un vestido azul con unos tacones negros y yo me puse un vestido ajustado negro palabra de honor con un collar dorado y unos tacones bien altos con tonos dorados y negros. Apenas nos hacía falta maquillarnos porque en los pocos días que llevábamos en Valencia ya habíamos cogido un bronceado ideal. Nos pintamos un poco los ojos, me puse sombra negra y pintalabios rojo. Me dejé mi melena, que cada vez estaba más rubia por el sol, suelta. Cuando ya estábamos casi listas escuchamos a mi primo gritar desde abajo, que estaba con Berto esperándonos:
-¡venga ya chicas! ¡Qué vamos a llegar tarde!
-¡¡ya vamos, ya vamos!!
Bajamos las escaleras las dos de la mano por no perder el equilibrio con los tacones y poco a poco nos dábamos cuenta de que Nico y Berto se estaban quedando sorprendidos al vernos, mis tíos que estaban allí también se quedaron embobados al vernos. De repente gritó Paula:
-¡¡qué guapas son mis primas!!- saltando de felicidad alrededor nuestra, me alegraba mucho que hubiera congeniado tan bien con Dani como para llamarla prima incluso
-estáis guapísimas chicas-dijo mi tía
-vais a tener que ir con cuidado ¿eh? Que no quiero que ningún pervertido le haga nada a estas dos bellezas-dijo mi tío dirigiéndose a Nico y Berto
-tendremos que ir apartando a los tíos como moscas, si es necesario- Dijo Berto bromeando.
Por fin salimos de casa, mis tíos no nos habían puesto hora porque íbamos a volver con Nico, que cuidaba de nosotras.
Cuando estábamos llegando me fijé en que ellos dos iban guapísimos, en traje de chaqueta y corbata, les sentaba de maravilla.
A la hora de entrar en la discoteca Daniela y yo teníamos que hacernos pasar por las novias de Nico y Berto.
-yo entraré con Laura- dijo Nico, que no había dicho nada en todo el camino
Así que Berto entraría con Daniela.
Nico me cogió la mano y nos pusimos en la cola.
-vas muy guapa eh Lauris- dijo sonriente
-gracias, tu también, te sienta genial el traje, oye ¿te pasa algo?
-nada cosas mías, ya sabes, Nuria y sus tonterías, pero ya se me pasa tranquila que esta noche nos lo pasaremos bien. - me rodeó con su brazo por los hombros y entramos sin que el portero nos pusiera ninguna pega.
El local estaba lleno, había gente por todas partes y la música estaba bien alta, al momento entraron Daniela y Berto y fuimos los cuatro a pedirnos las copas. Con nuestros cubatas en mano fuimos hacia la pista y empezamos a bailar, Nico y Berto conocían a más gente, así que poco a poco nos iban presentando a todos sus amigos, que eran muy simpáticos:
-chicos, esta es mi prima Laura-dijo Nico cogiéndome del brazo y dándome una vuelta - se parece a mi ¿eh? - dijo sonriente, y todos rieron, alguno que otro dijo algo que no pude escuchar y otros simplemente se limitaron a saludar, yo en ese momento me estaba muriendo de la vergüenza pero el alcohol hizo que no me pareciera tan grave la situación.
Los saludé a todos y Daniela hizo lo mismo.
Llevábamos ya unas 4 copas cuando nos empezamos a notar mareadas y salimos a tomar el aire. Fuera había mucho jaleo, vimos que se trataba de una pelea, eran cuatro chicos de unos 18 o 19 años muy bien vestidos y que parecían muy cabreados. En un momento conseguimos adentrarnos en la muchedumbre y vimos cómo uno de ellos le gritaba a otro diciéndole que le había fastidiado la noche. Por lo visto según escuchamos, uno de ellos había mirado mal a una chica que era la novia del que estaba gritando y por eso se cabreó. A mí no me pareció una razón de peso, es más veía una tontería pelearse por esas cosas, las injusticias son una de las cosas que más odio en el mundo ¿por qué tienen que ser tan orgullosos los tíos? No lo soportaba. La chica, sin embargo, estaba apartada de todos con sus amigas. De repente vi cómo el que estaba gritando le pegaba un puñetazo al otro en la cara, que no había dicho una palabra en todo el tiempo, sólo negaba lo que el otro decía. Enseguida me lancé a él y fue como un impulso que no pude controlar: me puse a pegarle puñetazos y patadas sin controlarme no sé qué me pasaba. Al momento Daniela intentó sacarme de ahí pero fue imposible, solo Nico que apareció de repente corriendo pudo agarrarme y apartarme de toda esa gente.
- pero ¿qué haces? ¿Estás loca o qué? -dijo Nico algo cabreado
-no lo sé, ha sido sin querer, yo no quería… De verdad que no quería hacerle daño solo quería que dejase en paz al otro- se me saltaron las lágrimas, no podía parar de decir tonterías, estaba ya muy borracha
-eh eh ya está, no pasa nada- me dijo Nico al ver que empecé a llorar y me abrazó
-yo no queria...
-ya está... calla y quédate con Daniela aquí para tranquilizarte que yo voy a ir a hablar con el chico ese, no te preocupes- dijo dándome un beso en la frente.
Consiguió tranquilizarme, y mucho, pero me sentía fatal por dentro, yo no tenía por qué haberme metido y había hecho el ridículo seguro.
Estaba sentada con Daniela en un escalón quitándome los tacones cuando escucho una voz familiar:
-gracias por defenderme pero no tenías por que hacerlo- era el chico al que le habían pegado el puñetazo, la verdad es que no me había fijado bien en él hasta ese momento, que pude ver lo guapo que era: alto, ojos azules enormes, moreno, y se le veía que estaba fuerte.
-de nada aunque no entiendo porqué lo he hecho, no tenía que haberme metido además me podría haber matado ese chico
-no digas tonterías ese no se atrevería a tocarte, además has dejado claro que tienes dotes de boxeadora o algo de eso ¿no?-dijo bromeando, además de guapo, simpático
-que va, yo no soy así nunca, no soy capaz ni de matar una mosca, es que no sé qué me ha pasado…
-bueno pero has sido valiente, nadie que conozco hubiera hecho eso, eres una chica fuerte- dijo sin quitar esa enorme sonrisa de su cara.
-oye ¿fumáis?- interrumpió otro chico – tomad un cigarrito a cada una por haber defendido a mi amigo, nos has dejado alucinados que lo sepas – dijo sonriente y ofreciéndonos los cigarros.
Estuvimos un rato allí con ellos hablando de todo un poco, pero empezaba a hacer frío y volvimos a entrar dentro del local.
—————