CAPITULO 53
Daniela:
Por fin estaba Paula en casa de una vez, todos respiramos tranquilos cuando nos enteramos de la noticia, sobre todo me fijé en la reacción de Nico, el cual casi pegaba saltos de alegría.
Estaba anocheciendo, Laura seguía con Álvaro en la calle y Paula y sus padres estaban en casa de los abuelos de Nico porque querían verla y después de estar todo el día durmiendo y haber estado en el hospital la niña quería salir de casa.
Nico se estaba duchando y yo preparando la cena, vi que había acabado por lo que subí a avisarle de que estaba lista la comida.
- Nico ya podemos comer- dije entrando en la habitación.
Estaba con unas calzonas de andar por casa y con el torso descubierto dejando, se podían apreciar perfectamente todos sus músculos, aun le caían gotitas desde el pelo húmedo y le recorrían toda la espalda, estaba tan sexy, me quedé embobada mirándole apoyada en el marco de la puerta.
- ¿disfrutando de las vistas?- me dijo bromeando.
- ala qué flipado- resoplé poniendo los ojos en blanco- venga termina de vestirte-dije dando media vuelta para dirigirme hacia las escaleras.
- era broma- dijo cogiéndome del brazo y dándome un beso.
Yo le correspondí el beso con dulzura y pasión y él me cogió encajando mis piernas en su cintura mientras continuábamos besándonos.
Me dejó caer en la cama y me empezó a hacer cosquillas, yo me reía a carcajadas, me encantaba, se le notaba lo feliz que estaba, en parte por la noticia de que Paula estaba bien.
-¡para, para!- le decía sin poder parar d reír. Mientras más le decía eso más seguía así que opté por no resistirme y paró.
Los pocos rayos de sol que quedaban estaban desapareciendo poco a poco.
- anda vamos que se va a hacer tarde.
- no, me quiero quedar aquí contigo.
Se colocó encima de mi y comenzó a besarme, desde los labios hasta el cuello, yo me estremecía bajo sus expertos labios, y él no paraba de hacerlo, yo palpaba su torso mientras le besaba sin parar.
Él metió las manos por debajo de mi camiseta y me la quitó lentamente, yo me deje porque me sentía a gusto con él, estábamos en total confianza y no me importaba, esa sensación únicamente la habia tenido con Guille.
Continuó besándome mientras yo agarraba su pelo y le seguía el beso, entrelazábamos la lengua poco a poco, lentamente y con pasión, me levantó y nos quedamos sentados uno enfrente del otro sin parar de besarnos, él me quitó el sujetador despacio, mientras me daba besos por el escote. Yo también le besaba el torso, me encantaba, sabia a él.
- te quiero Daniela- me susurraba.
Le quité los pantalones cuidadosamente y nos volvimos a tumbar, él encima de mi y yo debajo.
-¿estás segura de que quieres hacer esto?
- Nico si no lo estuviera, ya me hubiese ido.
Él me quería y yo a él, estaba segura con él por eso no me importaba lo demás. Nico asintió y continuó besándome profundamente una vez más. Cogió de su mesilla de noche un paquetito azul y se lo colocó.
En ese momento me puse bastante nerviosa, el lo pudo notar y me abrazó, nos fundimos en un dulce abrazo tenía mi mano por encima de mi apoyada en la almohada y él unió su mano a la mia y entrelazó los dedos, con la otra mano yo le acariciaba la espalda y el a mi la cintura y en ese momento fuimos uno, él era mio, y yo suya, me entregué a él y los dos nos fundimos en un intenso y largo placer, no podía estar mejor.
Nico:
Estábamos en la cama tumbados, yo le acariciaba en el brazo y en la espalda, me encantaba estar así con ella, y después de lo que había pasado, más todavía, era la mayor muestra de amor que podia darme, ella estaba dormida y no quería despertarla pero escuché el ruido de un coche y pensé que sería de mis padres, ya estarían de vuelta porque era bastante tarde así que la desperté corriendo para que se fuera a su cuarto.
- Dani corre que han llegado mis padres.
- ¿en serio?- dijo algo nerviosa cogiendo todo y dirigiendose a su cuarto.
Escuchamos la puerta abrirse, la verdad es que la situación me producia gracia, parecía de película.
- ¿hay alguien?- dijo cuando entro, ¡era Laura! en ese momento no me pude contener más y me eché a reir. Subió las escaleras y entró en mi cuarto.
-¿qué pasa? ¿por qué te ries?- preguntó con una sonrisilla.
-porque creíamos que eran tus tíos- dijo Daniela saliendo de su cuarto y riéndose también.
Al final bajamos a cenar, aunque fuera tarde seguíamos teniendo hambre y como la pizza se había quedado fría la calentamos y nos la comimos, no me lo podía pasar mejor con ellas dos, la verdad es que me alegraba mucho de que Laura fuese mi prima, y Daniela su mejor amiga.
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